Erase una vez un Cura en el púlpito, y llegada la hora del sermón,dijo a sus feligreses: Esta parroquía que yo dirijo, ha visto en extremo de necesidad a una familia, que se ha quedado sin trabajo, y le vamos a antregar los diezmos recogidos en el día de hoy. No había terminado de decirlo, cuando se levantaron,las hermanas de la caridad, y dijeron. pádre, nosotras tambien?. En pocos segundos vió mil manos extendidas pidiendo para cada uno de ellos. (ahí estan los oportunistas de siempre!. camioneros, cafeteros....TODOS LOS DEL PARO. como si fueran iguales a los del catatumbo.) Por favor!COLUMNA DE LA SOCIEDAD CIVIL.