LA COGIDA DEL TORO ROMO- CACHI-PANDO.

Sin más preámbulos, era día de fiesta de toros, el  cielo amaneció limpio de nuvarrones, azúl en todo su infinito y resplandeciente. Había brillo por todas partes. La gente  iba de un lugar a otro.Por el frente de mi casa, pasaron primero, los fritos: caramañolas de yuca  con queso y carne., kirbes tostaditos, empanadas y arepas. El vendedor uno de los hermanos Mejía, llevaba su tambuco de peto caliente. En su ruta para el Mercado, siempre paraba, para ver, que se nos ofrecía y siempre dejábamos algo. " más luego me lo pagan, cuando esté de regreso del Mercado" ; decía y continuaba su camino. Luego pasaban los aguateros con sus barriles de madera, descargaban el agua,- dos viajes en el Baño, y uno en el tanque de material, de a donde se sacaba el agua para tomar. Una vez depositada se dejaba reposar y se le echaba un pedazo de alumbre para aclararla. Parece que en el pueblo todo el mundo hacía lo mismo, sólo que en un día como éstos, de fiesta-primer día de toros, se notaba un frenesí inusitado, por la mayor actividad  de la gente. Hoy querían todos lo vivanderos y vendedores de puesto en el mercado, desocuparse más temprano, para estar emparrándados  al rededor de la plaza,  en donde se empotraba  el empalizado de la corraleja, hecha de postes de brasilete morao y entravesados  con varales de mangle amarrados con bejuco.

 La bulla empezaba, por las emisoras, que desde temprano no dejaban de anunciar la fiesta de toros. " TOROS EN SAN ANDRES DE SOTAVENTO, 40 ASTADOS DE LA GANADERIA DE GENEROSO CARDENAS, HOY A LAS TRES DE LA TARDE".  A las once de la mañana, empezaba la llegada de los willis extralargos, atestados de pasajeros, que entraban por los 4 costados del pueblo. Unos venían de Chinú,  Sampués, Sahagún, otros de Lorica, purísima, Momil, Harache, Chimá y sitio viejo. La gente que venía mas lejos, venía de Carolina Chimá,  corregimiento que colindaba  con cereté, que estaba detrás de la cíenaga, y sin ningúna salida carreteable. Imagínese que para llegar a Carolina, corregimiento que lo fué de San andrés, tocaba dar la vuelta por Lorica, para llegar a cereté primero, o por sahagún-via cienaga de óro-cereté. Claro que por la Cienaga era cerquita, pero nadie se atrevía, porque los caminos abiertos entre el agua, se tapaban por la  majagua, y había que abrirlos nuevamente.

 A veces la gente se perdía y no encontraban la salida a pesar de mil intentos, muy pocos era los bogas que se le medían a la travesía, me llamó mucha la atención cuando visitando Carolina, la gente reconocía, que algun día pertenecieron a San Andrés, cuando todos los caminos llegaban a Dios y éste caserío era el centro del imperio Zenú.. La Majagua dominaba el horizonte, y solo los más hábiles bogas se lanzaban por aquellos parajes de la ciénaga,  que solo podía hacerse  a plena luz del día. Otro grupo de viajantes eran los del vecino municipio de Cienaga, extensa heredad de la Familia de JOSEFA BURGOS, que por el paso de PUNTA DE YANES, sitio viejo, el Banco, caían al pueblo y no faltaban a sus fiestas de toros. En fín a las tres de la tarde, bramáron las papayeras,- por un costado de la plaza amenizaba, la SAN RAFAEL DE CHINU, y por el otro la 26 de octubre de CIENAGA DE ORO. Los palcos de segundo piso estaban engalanados. las muchachas bonitas, lucían flores en sus peinados y a pesar de que era la época del TUIWS Y EL ROCANROl en el mundo, moda que llegaba.,se suspendía, dando paso  a la fiesta brava y a  la tradición centenaria. Se  borraba todo lo extraño. En un palco jamás se tocó  un baile rocanrolero, era un blasfemia escucharlo-Por eso tal véz nunca se escuchó.

Salió el primer toro, y la fiesta se prendió. En un costado de la plaza con apenas 13 años, hacía mis primeros pinitos de burlador de toriles, nervioso apuraba un trago de ron blanco que mis amigos me pasaban para atemperar el susto, los saltos a las barandas, y las embutidas contra el piso por -  debajo de los varetones  cuando el toro se acercaba a nuetros predios ,  constituían una hazaña irrepetible, digna de verse, por las noviecitas que siempre se hacían en  los palcos, para ver las monerías de sus galanes, una vez se les acercaba  el toro a sus predios- Ya terminámdose la tarde, es costumbre soltar dos o tres toros simultaneamente para que hagan mas entretenida la fiesta. Yo estaba con mis amigos, jugando cascaritas de naranja, haciendome el valiente, cuando de pronto sentí una gritería y un tropel inmenso, voltié a mirar y por detrás de mí, se acercaba un toro descomunal, y detrás de este, un caballo  desbocado, con jinete y todo clavándole la garrocha al animal,  quien al acercarse sobre mí abría la boca, mujía y se retorcía de dolor, tirándo las patas hacia adelante. No recuerdo más!, hasta allí llegó la pelicula, pues en ese mismo instante el animal me levantó por los aires, me tiró 3 o 4 metros adelante de él, y nuevamente pasaron por encima de mi humanidad, toro, caballo y jinete, que quedó desparramada sobre el piso. La  gente gritátaba, "  lo mató, lo mató", me recogió en hombros la multitud, me llevaron a la casa de LAS ALEAN,  y allí sobre un catre de lona después, de un toques de menticól, recobré el conocimiento-  ALGUIEN DIJO ESTÁ APORRIADO, PERO ESTA VIVO, - CASI LO MATA  EL TORO ROMO CACHIPANDO.!