EL INDIO COVO Y EL CIGARRILLO EN LA OREJA

EL INDIO COVO Y EL CIGARRILLO EN LA OREJA.   Este muchacho rollizo y colorado de 1.70 metros cuando tenía 13 años, y de 1,86mts cuando cumplió los 17, le decíamos en aquel tiempo por mote, el Indio., pues en ese tiempo de las cajetas de cigarrillo, la figura del " Indio ". de nariz puntiaguda, que aparecía en el PIEL ROJA, se parecía a la de él.  Alguien no se quien carajo, mostrándole la caja vacía, por el frente de su cara, le dijo- mira este  eres tú. Erda eso pa que fué vaina, Covo le cogió la mano por la muñeca, llevandosela hacia abajo se la torció con tanta fuerza,  que le hizo dar la vuelta. El otro mozalbete,  viendose apuraó con el retorcijón, gritó seguidamente ! Sueltame Indio !  " Sueltame Indio "  Covo lo soltó, pero ya todo el mundo había visto y oido la escena, y a pesar de que éste era blanco, ante la gente, -Indio  quedó butizado! En la Costa, es costumbre bien arraigada, ponerle nombre a cualquiera, por cualquier maricada.

. Un buen día, la muchachera, se fué a nadar al pozo de los " LOS TOÑOS "  una represa hecha con caterpilar, en la paja del mismo nombre, de propiedad del viejo JOSE  HILARIO, que quedaba por el puro fondo, al terminar ,- un kilómetro después de las últimas casitas de palma de dicha calle. Los pelaos se bañaban como siempre  "en cuero ", es decir en bola,- llegában al sitio, donde se encontraba el pozo, todo el mundo se quitaba la ropa, la acomodaba cada quien debajo de un arbusto, para en caso de que llegara el administrador de la finca, coger la ropa rapídamente y salir corriendo por en medio de los matorrales. Los juegos de la peladera por aquellos tiempos era, el fó, todos nos poníamos la manos en la naríz y gritabamos la palabra -fó, una vez se había seleccionado al que le tocaba perseguir. Este tenía que sumergirse, pescar al que pudiera, agarrandolo por el pelo,  sacándolo a flor de superficie. A veces los juegos eran bruscos y los grandulones, se aprovechaban de los menores, hundiendolos en el agua, por  varios minutos, disque para que aprendieran a jugar el fó.

Lo cierto fué que una vez, el Indio cogió al Humbectico de la ñiña BLANQUITA, y lo mantuvo como dos minutos, debajo del agua. El cachaquito pataliaba, pero no se podía desprenderse de las manotas del Indio Covo, que lo tenían bien aprisionado contra el  fondo del pozo, chupando fango., una vez vez  EL HIJUEPUTA INDIO, vió salir burbujas en el agua., ahí si lo soltó,  muerto de la risa. Por supuesto el pelao  cási ahogao,- salió como un tiro a la superficie, abriendo la boca y respirando a grandes bocanadas. Apenas pudo hablar- decía llorando. " ! Hijueputa-Indio MALPARIDO, ME LAS VAS A PAGAR ! ". Que vá el Indio Covo no le paró bolas al Pelao,- pues el pelaito no le aguantaba, como decían antes- una Trompaá y además el Indio era su amigo. Se  la mantenían adquilando  cuentos del llanero Solitario,  donde Orlando Santodomingo, su cuñado en la casa la Niña Merce., y este era- el que lo dejaba colar, por las laminas de zinc,-por la casa de la niña Símo., SU ABUELA  - al teatro de Cine,- que el fucho, había inaugurado en San Andrés.

De manera pués que el Covo, no le dió mucha importancia a las amenazas del escuincle, hechas ese día en el pozo de los Toños. Pasaron dos meses., y preciso se casó alquien, en la casa de la la niña Simo Abuela del Covo., En todo caso hicieron un fiestonón, que yo me acuerde de los más grandes de San Andrés. Los invitados vinieron vestidos de Blanco, se colocaron en parejas de dos en dos, para entrar a la Iglesia, y despues del acto nupcial, se prendió la fiesta con orquesta y todo, en la casa   de la casamentada.- El cachaquito llegó a la casa de la niña Simo, comió tamal, una vez le sirvieron a los pelaos-.,y se quedó mirando desde el patió, para adentro de la sala.- Preciso ahí estaba el Indio covo su amigo de aventuras del pozo de los Toños., bailando con una camisa blanca, bien entretenido con una pelaita.  .Mierda paque fué eso, el cachaquito se paró, no le importó, que la casa donde se había mamado el tamál, era la de la  niña Simo., la misma del Indio Covo., se fué a la tienda, de Generoso Cardenas, y  compró un cigarrillo  PIEL ROJA, con la excusa, de que era para la Simonita, una de las hermanas de la casamentada. Ya en la cocina, prendió el cigarrillo, se lo metió en la coca de la mano, y el hijueputa, se escurrió por en medio  de la SALA de baile, se acercó a covo por detrás, y colocandole el cigarrillo, se lo apagó en el CARACOL DE LA OREJA.

  En la Fiesta se olló un grito descompuesto, el muchacho, se cogía la oreja dando gritos,- el baile se paró, los musicos  dejaron de tocar, para  ver   que había   pasado, pero mientras tanto,el cachaquito, se se esfumó,  corriendo hacia la casa de las niñas MERCE Y DIGNA DIAZ, que quedaba en diagonal, casi se las lleva por delante, pasó al  patió de éstas, se mandó hacia bajo, cruzando como alma que lleva el diablo, el portillo, que daba al callejón  de la plaza, y de ahí a la calle de chinú, por el de la niña Gumes, a  la casa de  la niña Marina, a donde llegó mas blanco que un papél.- " Ajá mijo y a tí que te pasó.?  " le dijo la niña Marina., - No tía., que el Indio de la niña  Simo,-me  quiere  pegar-  y Y eso porque mijo?    tu le hiciste algo a él..?    No tía, naá, naá, . !  NADA-COMO SI SEÑOR- LA MEDIO PENDEJADITA DE MALDAD, QUE HABIA HECHO EL HIJUEPUTA PELAO.! quemarle la oreja al otro.