Relatos del caribe N° 5: La primera maratón





RELATO - V
LA PRIMERA MARATON

Por esos tiempos, que mi memoria no alcanza a precisar, si ya había ´-empezado a conocerse la famosa carrera de SAN SILVESTRE., lo cierto es que aquí  en el pueblo, ya había un afiebrado a esos menesteres, llamado ROGELIO OROZCO. Yo no sé si el viejo Roge, había pagado el servicio militar, en todo caso el tipo tenía un estado físico impresionante, y mayor que yó, por lo menos una generación,- creo que unos -5 a 6 años, de pronto hasta más.  Nos convocaba  a  armar el primer equipo de futbol que San Andrés había tenido. Lo cierto es que nosotros con 12 13 años estábamos mamados de jugar bolita de trapo, la libertad, y a los bandidos, detrás de la loma de la iglesia. Roge armó su equipo de futbol, mientras yo me  fui  a estudiar a Sincelejo., y cuando regresé lo  vi entrenando con su hermano, el profesor  Orozco,  Mincho  el menor de ellos, y el negro de Raquel. El Roge me dijo;  “- Si usted quiere ingresar al equipo del pueblo, tiene que tener   físico y  entrenar con nosotros. Bueno- le dije: - Resulta que los entrenamientos del marica, no eran en la plaza de futbol de San Andrés, sino ida y vuelta a Tuchín, - Ida y vuelta a Cacaotal. Por razón,  Victico  Fernández , no iba a ellos-mejor dicho casi nadie de los del equipo de futbol.
Solamente entrenaban los tres  Orozco,  el negro de Raquel  y  yo . Un día le pregunté- que  porqué entrenamientos tan largos?: Rogelio riéndose me dijo es que la CAJA AGRARIA VA A PATROCINAR UNA CARRERA DE MARATON EN SAN ANDRES y van a invitar a todos los pueblos de Córdoba. Dicen que Arrieta el telegrafista y Hugo Renal, son los promotores : !premios en billete físico.!- Entonces vámonos preparando.” Y EL QUE NO TENGA BUÉN FÍSICO  EN MI EQUIPO NO JUEGA”. -Pasó así una semana, cuando escuchamos los avisos en la radio. ! -GRAN MARATON EN SAN ANDRES CORDOBA, SE INVITA A UNA GRAN MARATON PATROCINADA POR LA CAJA AGRARIA LA OFICINA DE TELECOM Y LA ALCALDIA MUCIPAL !, MAGNIFICOS PREMIOS PARA EL PRIMERO SEGUNDO Y TERCERO, INSCRIPCIONES ABIERTAS EN LAS OFICINAS DE TELECON, decían los avisos radiales.!
El día anunciado vinieron corredores de Chinú, Sampués, Sincelejo, Sahagún, Momíl, Purísima, Chimá, San antero, San Bernardo del viento, Lorica y,  Ciénaga de oro, y a la voz de $300.oo pesos, que era el premio mayor, porque yo creo que para la época, el salario era de $ 60.oo, por mucho,- eso era un platal para nosotros,- medio San Andrés, entre ellos la patota de tomadores de trago, que no querían  perderse el premio, se inscribieron. Total  que cuando dieron la largada, arrancamos 52 corredores.
 Lo que nadie sabía era que las 10 vueltas a san Andrés, empezaban de la loma de la Iglesia, bajando por las esquina de los Arrieta, doblando por el  Dr. Géchen, llegando a la esquina de los Arroyo, de ahí a la derecha, en  línea recta hasta la casa de Alfonso  Gómez, doblando en línea recta a la izquierda, pasando por donde Aurora,- el mercado público, continuando por la subida al cementerio, hasta llegar a la casa de los MORALES , dando la vuelta a mano izquierda, hasta la hoy plazoleta del  “Sombrero vueltiao”, girando nuevamente a la izquierda. Para coger la calle principal de Pinchoroy,   terminando en la loma de la Iglesia, lugar donde estaba la meta. Esa vuelta tenía kilometro y medio bien larguito.- 10 vueltas a San Andrés,  en cuentas de los organizadores daba la Media maratón.. Me eché la bendición,  me acerque  al Roge y le dije. ¡ Hijueputa -donde quedó mi patrocinio, ? y me dijo riéndose: la CAJA AGRARIA patrocinó a dos, y TELECOM – a    dos :  “-Marica – tú  te  quedaste sin patrocinio,  pero  eso  no es culpa mía !-corra , que a usted le va bien!.” -Le irá  bien a su madre,- le contesté- todo puto.
 -Claro los promotores -el Arrieta y  el  Rènald- le  habían  preguntado al Roge, quienes eran los fuertes para ganar la carrera,?! -así me quedé sin patrocinio, y sin posibilidad del tercer premio,- porque en las practicas  los tres   grandulones,  me habían ganado-, eran mayores  que  yo  mínimo  6  años.  Resignado me dije, tocó correr gratis. Me eché una piedrita china a la boca., cuando dieron- la largada, y empecé trotando despacio sin levantar la cabeza,- para no ver  a los que se irían adelante, y tomarla con su avena, con la firme esperanza de que, si me le había pegado al  Rogelio  en las practicas; tampoco me iba a dejar muy lejos en la principal.
En la primera vuelta,  empezaron a retirarse varios participantes,-y en las 3 siguientes, mas de un resto-incluida toda la "patota" de tomadores de trago del pueblo, reconocidos huéspedes  de AURORA BELLO:  Me dijeron  después de terminada la carrera, porque de eso yo no vi nada. Yo estaba  encarretado  con  mi piedrita china en la boca,- no levantaba la cabeza ni por el putas, -porque lo que oía,- era un rumor de voces, que decían : !retírate, retírate-hijueputa,! ves a sacarte el ron a otra parte !, ... Como parecía que no era conmigo,- yo seguía trotando., apurando el paso, cada vez -había menos gente, trotando a mi alrededor-  pero más gente en la calle, gritando hijueputa  retírate!  y ahí si sentí- como, que la vaina también era conmigo, -eso era para la 4 vuelta y preciso- las voces aumentaban cuando pasaba por el frente de AURORA BELLO, donde se situaba la -perrera -de San Andrés.
Alcancé a  escuchar   a  AURORA -que decía-" Eche - si ese- es- un pelao- todavía, y los otros una manada de grandulones.  Entendí en ese momento, que además de mi  madre, había otra persona  que me quería, y me lo recordó - gritando, cuando pasé por el frente de su casa- " !como te retires, te meto una mónda !". Levanté la cabeza y no ví a nadie delante de mí., -pensé para mis adentros, -? -estaba en un grupo intermedio o en la cola de la carrera?,- sentí  verguenza,  porque sabía que la niña Blanquita- mi madre- estaba ahí - mirando- impávida-sobrecogida; la carrera- y diciendo tal vez : " Bueno y porque Humbe- no se retira.? Pobrecito mijo-mira que factedad ". Urora como le decían me dió ánimo, continué con rabia y con más  ahínco que nunca. Mi  piedra china se mantuvo firme, entre mi lengua y el paladar, regulando la entrada de aire por mi nariz evitando que se me reventara el Bazo y me sacara de la carrera.
Adelante del mercado, le pregunté al Goyo, que lo vi  parado frente al mercado, con sus 4 pelos  en la cabeza y ésta completamente rucia. ? Si a donde iban-los punteros?; me contestó como en las películas de vaqueros, con señales : con el dedo índice  la primera señal , y después me lo volvió a mostrar, partido por la mitad: entendí el gesto: vuelta y media, y me llegó una alegría a mi corazón, pues yo pensé que a ese ritmo endemoniado, ya me llevarían 3 vueltas,- que no estaba lejos y que todavía faltaba tiempo. Sentía que mis pies volaban sobre el cascajo recalentado por los rayos del sol- De pronto empecé a escuchar unos aplausos por donde pasaba y estos fueron creciendo, como contagiados unos de otros, y los gritos fueron diferentes a los primeros, que decían "Dale cachaco!, dale cachaco! - No se ha salido el hijueputa, ahí vá! -aguanta cachaco! dale cachaco! ,! Hágale Cachaco !, y empezó a caerme agua fresca por donde pasaba, La gente había sacado ollas, baldes, y premiaba a los atletas que se habían mantenido en la carrera   y yo era uno de ellos,!
A la altura de la 8 vuelta, - el ultimo corredor foráneo de Sahagún, que había mantenido en vilo,  las expectativas de un triunfo foráneo, se retira ,- produciéndose  un estallido de júbilo general. La carrera quedaba en manos de Sanandresanos:     4  jóvenes  de 16-20 años en orden de llegada; ROGELIO OROZCO, su hermano el profesor Orozco, el negro de Raquél,  el  Mincho,  y un niño de 12 años, quien les relata esta historia,- los mismos que practicaron juntos, habían terminado triunfalmente - Los organizadores, los dueños de almacenes, y la gente del común en medio de la conmoción, y  euforia colectiva, del rotundo triunfo sanadresano, entre ellos el adolescente,  hijo de la niña Blanquita, se metieron la mano al  Dril,  recogiendo para éste,  $500 pesos, que era casi el doble de lo que se ganó el primero.
 Róge vino a mí-con esa camiseta verde que nunca se quitaba y me dijo: "..te ganaste el doble de lo que me gané yo- eche y no querías correr ". Me dio una  palmadita  de asentimiento en la cabeza y se marchó entre los vítores de la multitud.
 Yo fui  llevado en hombros hasta la casa, apretando ese pocotón de billetes, que nunca había  tenido en la vida, mirando, con ojos desorbitados, que no se me cayeran de las manos. Por primera vez, saboreaba las mieles del triunfo, y al mismo tiempo- la fortuna no me había sido esquiva.
Aurora  atravesó la calle, se paró frente a el sardinel de mi casa y vociferó, como espantando gallinas, con toda autoridad,  "! -Sió! Sió, Sió - ...!fuera de aquí !- fuera de aquí!: Estos no son los que estaban diciendo hace un rato, retírate cachaco! retírate cachaco?- - Ni miedda, ni miedda!- no me les vaya a dar ni un solo peso. !. - Yo los decía, agregó  Aurora: - ajá- si ese pelao,... estudia en Sincelejo,... no ha perdido ningún año y fuera de eso,-no toma   trago,  yo lo veo levantarse a las 4 a.m. todos los días,- en cambio esta bola de hijue-putas, . ni estudian,....ni trabajan....-ni hacen un  jopo,- ? como no iba sabedlo? - que  al  peláo  le iba a ir bien,- si yo soy la que vendo el ron  no joda,- y en este pueblo, se quien toma y quien no toma!-.....espetó retirándose, por donde entró. - Esa era Aurora Bello.