Relatos del caribe N° 3: El primer periódico de San Andres







RELATO - III

EL PRIMER PERIODICO DE SAN ANDRÉS

Fue un pasquín!

Fue un periódico de MIMEÓGRAFO, que imprimían en Bogotá, los "periodistas" Campo Elías lozano y Humberto Bustos, -yo creo que los primeros universitarios que había tenido San Andrés, con el Mincho  Risso,  el profe Arroyo, Aurelio Monterrosa y Benjamín Alean-. Poco después salieron el profesor  Madera, y Cía. Ltda., porque antes de ellos, no se sabía de nadie popular, que los estuviera cursando o los hubiera hecho. Primero porque no habían universidades en Córdoba y segundo, porque en San Andrés no había ni siquiera Bachillerato;  entonces qué – Universitarios?, como será que los únicos doctores del pueblo, eran el Médico  Géchen y un odontólogo recién llegado, el Dr. Casado.
 Lo cierto es que,  el par de muchachos empezaron a revolucionar al pueblo, creyendo que con el papel Bond, iban a acabar con la corrupción y con los corruptos. ¡Pues ni el papel bond  se acabó,  ni la corrupción tampoco!,  en cambio los corruptos si se han multiplicado por decenas.
Ellos eran los primeros Quijotes y el pueblo de San Andrés, su "INSULA  BARATARIA”. -¿Qué pasó con el pasquín?-, lo único bueno que dejó, fue una moderna radio-patrulla, que ni Montería la tenía. Los pasquines fueron recogidos y llevados al Capitolio municipal, incinerados  como la biblioteca de Alejandría- La gente pensaba que el "CAMPANAZO" -como así se llamaba el periodiquillo.  iba a ser exaltado por las padres de la patria chica, quienes mediante decreto municipal y nota de estilo, a los acordes de banda papayera, condecorarían a sus autores, por defender el erario público de los amigos de lo ajeno.
 ¡Qué va!, el panfleto aquel,  fue a parar al D.A.S, quien determinó -mediante exhaustiva investigación-, que los autores de los panfletos eran los RUSOS y que la invasión comunista, ya no entraría por Cuba, sino por San Andrés. !Miedda, se armó la grande! ...quien iba a pensar, que la capital de los zenúes -imperio del sombrero vueltiao-, había desplazado -aunque fuera por un momento  a Washington, capital federal de los Estados Unidos de América y la disputa este-oeste se radicara ahora, en la línea media que separa el corregimiento de RUSSIA, escrito con doble SS tramadora, para diferenciarlo de la patria de los Zares, por mas veras, con el augusto y soberano-playón de San Andrés.
Con semejante alboroto –y,  los de los pasquines muertos de la risa en Bogotá-, nadie se atrevía a mostrar los panfletos que aparecían por todas partes. Aurora Bello -que no comía cuento de nadie-, hizo lo contrario: cogió la tijera, le hizo un hueco al pasquín y lo colgó de un pedazo de pita en el centro de la puerta, a la entrada de su  tienda. Colgado el periodiquillo, todo el mundo le decía: " Urora, te van a meter a la cárcel". Aurora contestaba, - !que cárcel, ni que monda, - no jodaa!, !Y es que acaso no es verdad, que se están robando la plata?,” Te van a jodée! “ -le decía otro parroquiano-, vea que jodía, contestaba ella: - “ No me dio miedo, Cuando  tenía 15 años y me rompieron  de señorita, menos ahora que tengo 40 y la tengo desjaretaá!”- y afirmaba con tono proverbial: Ese pasquín, dice la verdà!. – Hombe  Urora, ¿cómo sabes si es verdà, lo que dice, ese pasquín, si tú no sabes leer?”, -le decía el manito-Alean,  muerto de la risa. Contestaba con cierta sorna maldadosa: “¿Tu si sabes hijueputa?” y al tiempo reponía: "¿como si pa’ saber quién es ladrón, tocara pasar por la escuela?, --lo que pasa es que tú, como eres un lava- perros y andas limpiándole el forro de las güevas al Dr., ….piensas que yo  soy  marica”. En fin, Aurora Bello, o Urora -como le decían-, ¡nunca perdía ninguna conversa!.