Relatos del caribe N° 7: El pozo del gobierno
RELATO - VII
EL POZO DEL GOBIERNO
Manantial que según los ancianos del pueblo, nunca pudieron agotar, las sequías más severas, que se presentaron a todo lo largo y ancho del periodo de la Conquista, la Colonia, y por último la República. El Alcalde, sin agüero, le metió la maquina, que habían traído para arreglar la carretera, al pozo, -abriendo una zanja circular de aproximadamente 50 metros de diámetro, quedando de la excavación una laguna artificial y natural al mismo tiempo, puesto que la dimensión de la laguna estaba determinada por la acción del hombre, pero sus aguas fluían de manera natural del fondo de la tierra. Así nació EL POZO DEL GOBIERNO., El buen Alcalde tuvo a bien comprarle a los propietarios del terreno, el sitio del abrevadero y declararlo cosa pública, una vez las aguas del manantial inundaron la excavación.
Alrededor de éste, crecía una abundante vegetación , y se consideraba por los muchachos, de aquel entonces., que en sus laderas y vallados, había una rica población de animales salvajes, tales como conejos, armadillos, venados; aves de diferentes especies, entre ellas. Canarios, congos, azulejos, sinsontes. Picaflores, sangre-toros, pericos, etc. la costumbre por aquella época era muy diferente a la actual: Para los pelaos, el joby natural, era salir a "montear" y una de las rutas predilectas era dicha hacienda, pues ella encerraba atractivos interesantes, con zona de ladera, vegetación abundante en la zona central, con bosque tropical, y en el centro propiamente un gran pozo artificial, donde después, del monteo, se bañaba la peladera. Dicho pozo surtía el agua a la población de San Andrés, por consiguiente a él, llegaban caravanas, tras caravanas de vendedores de agua, llamados