Relatos del caribe N° 4: El burro de la monta







RELATO - IV
EL BURRO DE LA MONTA





Entre 1954 y 1959 Rojas Pinilla hizo tantas obras, que ni siquiera, reunidas todas las administraciones del Frente Nacional, superaban las del general. En solo Córdoba, había como 15 o 16 municipios y en todos puso un Acueducto: -Un Tanque elevado,de materialñ de aluminio, conectado a una tubería, tan delgada, que al fin esta se tapó.  Decían que venía de Alemania. Tenía como 30 metros de altura y allá donde quedaba la bola del tanque, subía la peladera,-! hasta que un día el bando municipal decretó tres días de cárcel, para el que cogieran encaramado, siquiera en el primer nivel!.

 Fue el primer acueducto que conocimos-después vino el frente nacional,-- el aluminio cogió precio, y los tanques los vendieron por chatarra. Ajá disque no servían pa- nada! – !Manada de ladrones-Se robaron los tanques!.. Decían en San Andrés! En todos estos municipios se creó una granja agrícola, experimental y reproductiva, con vacas, toros, caballos, burros, cerdos, ovejos y cabros y se destinaron entre 15 y veinte hectáreas para esas Umátas  antiguas-con cultivos de frutales, maíz y plátano. El de mi pueblo se llamó la "Monta", porque allí llevan a montar  las yeguas, y las vacas para mejorar las razas.

Lo cierto es que en LAS FIESTAS DE SAN SIMON el santo del pueblo, en plena cabalgata de burros,, porque los caballos eran pocos, ya que los ricos también eran pocos y como siempre, los pobres-muchos,- se soltó, yo -no se- cómo - el Burro de la Monta. Lo cierto es que era un burro descomunal, tenía el lomo más alto que un caballo, y por supuesto todas sus extremidades, igualmente descomunales, incluida la de su órgano reproductor, - !era una protuberancia escandalosa!. Imagínese que cuando el burro cogía  a una yegua, la dejaba preñada de una vez.

El de la Monta embistió a toda la burrería, -con rebuznos espeluznantes que parecían del mas allá, armándose la confusión más grande- jamás vista,  pues los burros nacionales armados de valor  patriótico, en ataque repentino de celos y en sabiéndose armados caballeros, en defensa del santo patrón, volvieron grupas contra el aventajado agresor, que con el sable en la mano,- bien parado, - echando escupitajos  por su orificio supremo, a diestra y siniestra –pegoteó  a todo el mundo. - El cuadrúpedo extranjero quería morder, y montar al mismo tiempo a sus alazanas zenúes.

 Nadie pudo hacer nada por un momento, pues no conocían a tan extraño animal, ni a su propietario:  todo esto ocurría en la plazoleta  del callejón de  chinú,  con el que viene del pozo del Gobierno., frente a las casas de las niñas Morales, Gómez-Fernández- Cobo-López  y  Cobo Acuña., que quedaron escandalizadas por mucho tiempo. Por fortuna ahí mismito, vivía Erasmo Toribio, un trabajador de la Monta, que había lidiado al cuadrúpedo gigante, en sus faenas de apareamiento y pudo reducir al feliz, escandaloso y poco recatado bribón, tapándole los ojos con una manta.