EL HOLOCAUSTO DEL PALACIO DE JUSTICIA. COLOMBIA

















Ardió la pira funeraria del Presidente Belisario Betancourt,  apilada por todas las disidencias de la nación colombiana, por los odios que nunca quisieron sacarse los de arriba, pertrechados en la filosofía de los detentadores, que todo lo pueden, y nada dan, y los de abajo, pertrechados tambien de un odio visceral, a veces tan justo, pero tan malsano al mismo tiempo.Tuve la oportunidad de vivir y ver espectante el magnicidio. Me aterró el silenció complice del más responsable de todos los responsables de aquella barbarie sin razón. Me aterró su mutismo ante el más malvado de los hechos que conmovieron a Colombia y al mundo: esos tres días siniestros, de la toma del Palacio de Justicia por el M-19 y la retoma aún mas violenta, desconsiderada, ruin y cobarde del Edificio que simbolizaba la majestad de la justicia, por parte del gobierno y el ejército.  Que el  llamado del Presidente de la H. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,  Dr. ALFONSO REYES ECHANDIA no haya sido respondido por el pusilánime PRESIDENTE DE COLOMBIA, Bentancourt Cuartas, no tiene justificación alguna, ante el libro venerable de la legislación universal. EL PRESIDENTE BETANCOURT, es responsable directo en primer grado por ese crímen que la humanidad repudia.  Que pasó con el Presidente a esas horas? Es uno de los grandes interrogantes que se hace el común de nuestros ciudadanos. Para ser justificado, indultado, declarado no responsable, tendrá que demostrar, que fué secuestrado, imposibilitado por los militares, quien se habrían tomado el país por esos tres días luctuosos, y que durante aquél tiempo precioso para salvar vidas humanas entre ellas la de los mas altos magistrados de la H.CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, se dió un golpe militar al primer mandatario de la nación. Si existen  pruebas de ese acto, y el Presidente lo denunció días después de ocurrido el acontecimiento,  ordenó un juicio sumerio contra ellos, estaría salvada su actuación y justificado ante los jueces.. Como hasta donde hemos sidos testigos los colombianos, tal supuesto no se dió, no queda otra alternativa distinta a la de su irremediable condena, que debe sustentarse en los siguientes postulados legales: Era el jefe supremo de las fuerzas militares, por tanto de él provino la orden de rescatar a sangre y fuego, el palació de Justicia, sin la justicia y los hombres que la proveían y dispensaban. Tuvo la oportunidad de detener el fuego barbárico extralimitado, con Roket: ( proyectiles de alto calibre, que además de la penetración, una vez lograda, estallan causando mas daño en su segunda fase, que en la primera),  a sabiendas de la cantidad de civiles que se encontraban adentro, como rehenes, entre ellos 11 magistrados,- y no lo hizo, cuando el Presidente de otra rama del poder público se lo requirió con vehemencia,  dignidad, gallardía y heroismo supremo. Palabras que aún resuenan en los oidos de los colombianos que tuvimos la desafortunada oportunidad de escucharlas y de las cuales no cesaran sus ecos terribles, sino se produce el condigno castigo a sus responsables. Yo fuí militar y conozco las reglas de la guerra. Tuvé la oportunidad de ser subalterno del coronel plazas, cuando apenas era teniente en la escuela Militar de cadetes, donde era apreciados por la tropa, y los cadetes, por su temperamento cambiante, desabrochado y desajustado a las reglas. Lo llamaban el " Loco Plazas": calculen ustedes a quien confiaron los militares la dirección de operación tan complicada y de altísima responsabilidad. Aquí no hubo, aplicación de ninguna técnica disuasora, que permitiera establecer espacios, para el ejercicio de la razón previsora. Lo que se escucho en los altavoces, no fué un llamado a la cordura, al respeto por los valores patrios, y a la defensa de la vida como supremo valor en juego, tanto de los asaltantes, como de los rehenes. en definitiva no se agotó ninguna vía que el tiempo determinado en el ultimatún. Después de este el Coronel plazas, empezó el cañoneó incesante sobre el palacio, aplastando con la onda explosiva toda posibilidad de vida. Y aún así la vida se conservó en parte, se rebeló contra la muerte, pero fué aplastada después en los oscuros zótanos, de la Escuela de caballería, a donde se dice llevaron a varios de los infortunados. Ningúna gloria puede reclamar aquella infortundada acción militar, mas que verguenza y reprobación..EL Coronel Pazas, o mi teniente Plazas como lo conocí, era un guerrero, lo que los militares denominan  "tropero" sin ninguna preparación humanistica, es solamente una pieza del sistema imperante, a quien el sistema utiliza, cuando se requiere para deslindar rsponsabilidades. Cumplió órdenes militares! Por tanto señores jueces, la responsabiidad criminal debe recaer directamente sobre el expresidente Betancuourt  y su exministro de Defensa quienes ordenaron la acción, no la controlaron  y se hicieron los de la vista gorda, ante los llamados del Dr. REYES ECHANDIA.!.